No fue milagro
Sigo y sigo,
muriendo en la banqueta,
Donde dejaste tus cuadernos,
Dónde se perdió tu
tacón
por la prisa,
donde tu cigarro se apago,
Cuando apurada buscas la salvación
Para llegar a tiempo,
no temprano solo a tiempo
cuándo caiga el
último grano,
de está arena, de la azúcar
que endulzará este café,
como el último aliento
de un muerto cualquiera,
Es un pretexto para tomar café
y verte otra vez desde el exilió
¡Y preguntas!!
¿Quién mato tus noches?
¿Quién te vio olvidarme?
la razón, de ti, de tu día,
de tu huida,
y tal vez de una
de tus noches,
porqué soy la voz y no el poeta!.
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