domingo, 9 de mayo de 2010

CON REGINA

Tú sabes cómo desarmar
al ogro que llega a casa
todo gruñón y enojado.

Cada vez que entra la llave
vuelta a vuelta cambia el semblante
como esperando algo mágico.

Cuando entro y te veo
desatas el lastre y me libero
entro suave sin hacer ruido.

Y de repente estas allí
con esa Mirada de inquisidor
que me esculca par a ver qué traje.

Que busca en mi rostro
como vengo, que amargura
a dejado arugas en el mismo.

Me analizas y caminas hacia acá
me pongo fuerte y pienso
“esta vez no voy a caer en tus trampas”

Seré fuerte y no dejare que me domines
pero en ese momento corres
y abres tus brazos y me desarmas.

Esa voz, esa Mirada extraña
de quien encontró lo que buscaba
me besas y aun trato de ser fuerte.

Pero están saliendo de tu boca
esas palabras que rompen
cualquier tipo de armadura.

Trato de resistir pero resuenan
en mi ser eso que gritas
sin subir el volumen de tu voz.

Y me derrito ante ti y ya nada importa
no te preocupa que no te haya visto
ni hablado durante el día.

Tú perdonas eso y mas
por eso me doblego ante ti
y me fundo en un abrazo.

Te envuelvo, te beso y de repente
lo dices otra vez, y una mas
me haces temblar y se cae el disfraz.

Resuena una vez mas
“ya vez me volviste a desarmar”
con un “Te quiero papa”

No hay comentarios: